22 de abril de 2012

Sostenuto.




-No es el momento-

dijo mientras miraba sus labios y supo, en ese instante, que se había condenado.



No es el beso que te anuda el que está dado…, no.



Es ese otro,

el beso que apeteces y te prende las arterias,

ese beso distraído suspendido entre dos labios.



Es el beso que sospechas y perfilas palmo a palmo,

ese beso inexistente que es latido,

es el beso que se vuela hacia otros labios entre el tiempo del deseo…, a ser besado.



Cillán M.

“De cómo baten las pestañas”



16 de abril de 2012

Sietes de agua dulce



Rocía horas el cielo,

hisopea versos capitales,

infinitos manantiales que te llueven sobre mí.




“Sietes de agua dulce”
Cillán M.