28 de enero de 2011

Erizos de plumas


Erizas mi piel canalla,



llevándote la voluntad al bolsillo de tu osadía.

 
Y dices esa noche es tuya,


gemirá rogando.

 


Después,


se va tatuando en la mente la imagen del recorrer de tus manos robando así más voluntad…






Y llegan como un silbido a sus oídos tus susurros,


…déjala ir…-dices-


no servirá de nada retenerla.






Y yo,


no puedo hacer otra cosa,
clavar en tu alma mi mirada escudriñando los secretos usurpadores de voluntad.

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22 de enero de 2011

Tres palabras inventadas


¿Cuántos ojos habrán mirado a través de las puntas de los rotos cristales del universo?



Habrán visto latires de olas infinitas que desencadenan locuras de las uñas en el estómago devorando sinhambres que hacen crujir el pelo hasta difuminarse en la noche.


Habrán visto los poros desbordarse de salitre en marejadas de eunucos salvadores que guiñan los párpados del horizonte hasta extrapolar sonrisas de dientes mudos que observan incansables el mundo de fresas ácidas que hacen encallecer las papilas y las rodillas.


Habrán escatimado en latidos las muñecas que dejan de hacer su juego dejando las manos inertes esperando ser rescatadas por la espada de Damocles que terció a santa en una noche de ballenas desprovistas de arpones creyendo que no existían hasta que el hombre de pieles exageradas los hizo brillar al tenue sol de hielo.


Habrán cruzado palabras aulladas en deseperos y lontananzas de risas furtivas que trajo el viento de oeste a este arrasando la flora del alma marchita que revolotea de encina abajo hasta la fuente del caño roto que expulsa vino para calmar la sed del agua.


Habrán zarandeado soles y lunas en devenir cotidiano de versos patéticos asfixiados por el fulgor de unas rimas macilentas y desconchadas con rendijas de difusas que suenan a negras en intento de ser blancas.


Habrán vibrado en sones salseros caderas ardientes que arrasan sentidos más allá del sexto para devorar las pieles de cuerpos etéreos que tienen conciencia de inmensos para derramarse en las uvas jugosas que se sienten manzanas de rojo escarlata.


Y alguna vez...ellos habrán abierto los ojos para saber de dónde viene la luz que arcoira esta risa llenando pulmones.
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12 de enero de 2011

Ellas son




Introspección de cascada emergente en decadencia de flujo constante hacia el abismo que es desenroscar los pecados no cometidos.

 
Extroversión en risas superfluas de vísceras ardientes que atoran las manos en busca de sensaciones furibundas y funámbulas haciendo malabares con verbos desconocidos.

 
Reflexión de neuronas que conectan terminales en danza infinita de filosóficos recorridos constatando la imprudencia e ignorancia de quien os habla.

 
Quiromancia en intento frustrado de desbocados bocados que pegaran estos dientes dormidos al carrillo oculto de los fugaces momentos efervescentes de algún domingo.

 
Petulancia en insomnes palabras que bullen sin atributos de ricos sones que atraparían oídos durmientes en resignado intento de seducirlos.

 
Son palabras,


Incandescentes, irrepetibles, irresolubles, irrealizables, irreverentes.


Irremediables.


Cillán M.






4 de enero de 2011

Desolación


Destruye cimientos y escaleras



revolviendo furioso las piezas,



las tira, las recoge, las vuelca…



se retuerce en su soberbia



y por más que las ordena,



castillo de aire no encuentra.





Patea palabras y ojeras



destrozando odiadas promesas,



zarandea amaneceres y nieblas,



se regodea en la destrucción



y por más que suplica,



atalaya de aire no encuentra.





Aniquila versos y estrellas



asolando momentos de vida,



incendia con odio las olas,



inunda su desierto



y por más que lo busca,



oasis de aire no encuentra.





Llora por dentro en las noches



abanicando esperanza y olvido,



sopla su compañía y cariño,



acaricia momentos vividos



y por más que lo sueña,



su temporal lo desconecta.