...cómo tus manos suaves y firmes van recorriendo mi cuello en roce sutil que acompaña las palabras que susurras a mi oido.
Y me enciendes los instintos más primarios, incitando con tus dedos a marcharse la conciencia;
a que esta piel se abandone a los anhelos de tus labios etéreos.
Y me susurras un cuento que voy sintiendo en mi cuerpo,
como promesa de gozos inexplorados que sucumben al placer de estar sintiendo.
Y me acaricias el pelo, desenredando los miedos al profundo compás del soul que inunda todo, dejando sólo dos cuerpos que se buscan, que se atraen...,
...inevitablemente imantados.
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