12 de enero de 2011

Ellas son




Introspección de cascada emergente en decadencia de flujo constante hacia el abismo que es desenroscar los pecados no cometidos.

 
Extroversión en risas superfluas de vísceras ardientes que atoran las manos en busca de sensaciones furibundas y funámbulas haciendo malabares con verbos desconocidos.

 
Reflexión de neuronas que conectan terminales en danza infinita de filosóficos recorridos constatando la imprudencia e ignorancia de quien os habla.

 
Quiromancia en intento frustrado de desbocados bocados que pegaran estos dientes dormidos al carrillo oculto de los fugaces momentos efervescentes de algún domingo.

 
Petulancia en insomnes palabras que bullen sin atributos de ricos sones que atraparían oídos durmientes en resignado intento de seducirlos.

 
Son palabras,


Incandescentes, irrepetibles, irresolubles, irrealizables, irreverentes.


Irremediables.


Cillán M.