Dedos sigilosos abren camino en el espacio visceral de eternidad dimensionando los tactos al territorio remoto del cuerpo infinito.
Ojos vivaces que empapan colores en acuarelas profundas pintando horizontes ilimitados en algodones de plumas.
Labios ardientes dejando estela en tu piel dormida que arde gozosa ante el ataque fugaz de bocas fingidas.
Oídos audaces que bailan descalzos al despertar de las voces, secretos que besan rincones y juegan a dados en el desorden.
Risas de sueños etéreos que llegan calmados sin percibir la presencia de locos armados que los seducen y los desarman.
Son los juguetes del alma,
llegan intensos
pa’ jalearla.
*
Cillán M.
4 comentarios:
Qué hermoso jaleo el que se forma al jugar con el alma. Claro que para eso hay que tener alma y además, juguetona.
Besos!
Que no nos falten los juegos, los juguetes ni las ganas...verás que no hay día que no anochezca ni noche que no amanezca, pero siempre jugando.
Beso Grande.
q bonito cuando las almas juegan y se divierten, son felices,
besotes
Ahí están los juguetes del alma, ahí están, lo importante es apreciarlos como tal y ¡jugar!...juagr,jugar,jugar...Últimamnete este verbo me persigue...jajajaja
Besotes para tí también...Anónim@.jeje
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