7 de octubre de 2010

Como un tajo...

Siento cómo sólo funcionan mis venas, bombean...,bombean...y poco a popco se van secando. Ya, las secas arterias las siento desquebrajarse, cual papel descuartizado al sol.




Voy palideciendo, distanciando mi mirada de lo concreto, ...evadiendo realidades.



Suelto un momento el bolígrafo que, de pesado, no sostengo..., vano intento de escribir...,no puedo.



Leo palabras que no esperaba y llegan como un tajo y me desangran...



...sólo las venas...



boom, boom,



...sangra el corazón...



boom, boom,



...lo van llenando...



boom, boom,



se acaba el tiempo y siento cómo se acerca el momento,



un único latido más,



y...boom...,



todo habrá acabado.

 
Cillán M.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El corazón es, a veces, una ciudad deshabitada; sus arterias, anchas avenidas desiertas; su latido, el recuerdo de que antes fueron otra cosa; y su latido también, la certeza de que volverán a serlo.
Un texto desérticamente bello, Mónica.
Besos

Lady Byron dijo...

¿Por qué a veces ponemos todas nuestras energías en esperar un final en lugar de en reinventar principios?
A veces nos mueve el miedo, otras la inconsciencia. Muchas, tantas, nos dejamos llevar por inercias a las que todavía no hemos puesto nombres.
Me duele cada "boom" que suena tan flojito...
Besos mi dulce ángel-ská.

P.D. Creo que todo se arregló ya en el otro libro. Pero por si acaso te visito doble :)